miércoles, 26 de enero de 2011

De la Ley Sinde, los políticos y el miedo

No quería, de verdad que no, escribir sobre lo que ha ocurrido con la Ley Sinde pero al final no he podido resistirme. ¡Qué vamos a hacerle, la carne es débil!

Durante cuarenta años este país vivió bajo la sombra de una dictadura que, como suele ser normal en las dictaduras, llevaba muy mal el que el pueblo pensase, porque al pensar se le pueden ocurrir a uno ideas y a lo peor son ideas propias que no gustan al poder. Pero es que encima hay gente que además de pensar, y de tener ideas propias las comparte; y es ahí donde el peligro alcanza su punto máximo: el contagio. Pero vuelvo al hilo; decía que durante el régimen franquista se “educó” al pueblo mediante medios de todos conocidos para librarles de esa mala costumbre de pensar y de compartir con otros las ideas propias.

Así las cosas, llegó la democracia, y los políticos se encontraron con que tenían un pueblo que por la inercia de la dictadura no estaba muy habituado a ejercer su libertad de expresión(el ser humano nunca puede dejar de pensar, so pena de dejar de ser humano) a excepción, claro está, de unos pocos. Nuestros políticos 'democráticos' se acostumbraron a una situación cómoda. Hicieron creer, al igual que hizo Franco, que les importaba la opinión del pueblo. Opinión que sólo consultaban para preparar sus campañas electorales y llevarse lo único que les importa de sus ciudadanos: el voto.

Pero, cuando más tranquilos estaban, apareció la Red y con ellas las redes sociales y la gente empezó a hablar, a comunicar sus opiniones, a defenderse y a protestar y a nuestros señores políticos les ha entrado el miedo. Miedo porque se han dado cuenta de que ya no controlan la situación como lo hacían hace algunos años atrás, miedo porque no son capaces de medir al magnitud de la influencia de twitter, facebook, tuenti y otras redes sociales, en el voto de los ciudadanos, ya no pueden someterse a sus amos (las diferentes industrias, los EEUU, quien sea) en secreto como antes.

Las noticias vuelan y la memoria de los ciudadanos se ha multiplicado por infinito. No les interesa la neutralidad de la red, ni los internautas, ni los ciudadanos, sino mantener el poder y sus posiciones de privilegio, sus prebendas. ¿Porqué han de estar por encima del resto de ciudadanos?

Detrás de la Ley Sinde hay mucho más que el deseo de pagar un favor a la industria del espectáculo por su apoyo a Zapatero, está el miedo atávico de los poderosos, de los políticos, a perder su control del pueblo. No nos engañemos, salvo excepciones, los que nos gobiernan quieren tenerlo todo atado y bien atado, pero como la historia nos ha enseñado eso no siempre funciona.